Cuando en el subconciente queremos encontrar esas respuestas, que quizá ya la tengamos sabidas de antemano, pero somos obstinados en querer creer lo contrario.
Descubrir la triste realidad que nos lleva a esa tremenda decepción, que la deberiamos tener prevista, así por ejémplo reza el viejo dicho que dice "cuanto mas conozco a la gente, más quiero a mi perro", y nada mas cierto.
Es muy importante poder vivir y sobrellevar con la suficiente altura espiritual, y dignidad como persona a aquella a quién podemos saber distinguir de su triste existencia.
Existencia muchas veces plagada de falsos titulos y honores, que en realidad son una verdadera farsa, cuando en realidad los verdaderos valores se ven en la persona en ese día a día.
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